(Read in English) Hoy celebramos el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Por ello, nos gustaría destacar a María Micaela Jiménez Montejo, estudiante de enfermería de la comunidad de Esperanza del Porvenir, en el municipio de Tumbalá, Chiapas, México, y una de las activadoras de SeeChange de la Hoja de Ruta ComunidadPrimero.
La pandemia del COVID-19 ha exacerbado las desigualdades sociales y de género que vulneran los derechos de las mujeres a la salud, la igualdad, la dignidad, la autonomía, la información y la integridad corporal. Micaela se ha mantenido como defensora y aliada para proporcionar información sanitaria a su comunidad durante la pandemia. Como mujer joven en su campo de trabajo, nos cuenta,
“Gracias a mi carrera de enfermería, he podido hacer grandes cosas. Me doy cuenta de que estudiando enfermería, puedo hacer cosas desde el ámbito de salud y para mi, esto ha sido un parteaguas para darme cuenta realmente de lo que quiero ser y lo que quiero hacer. Las labores humanitarias para mi han sido la base fundamental de mi profesión.”
Como una de las pocas personas que hablan español en su comunidad mayoritariamente Ch’ol en Chiapas, y la única persona con formación sanitaria, Micaela ha liderado la respuesta ante el COVID-19. Nos explica por qué asumió este papel,
“¿Porque? Porque nadie mas va a cuidar de mi salud ni de las personas que yo quiero si no lo hago yo. Y mi labor como estudiante de enfermería siempre va a ser velar por la salud y el cuidado de todos los pacientes, en este caso mi comunidad entera. Y no solamente de mi comunidad pero cualquier comunidad que necesitara ayuda sanitaria, y si yo tuviera recursos económicos para poder apoyarlos y brindarles toda la atención yo no lo dudaría dos veces.
Eso sería el por que yo lo hice, pero en general el por que se hace por que realmente si no lo hacemos nosotras nadie lo va hacer.”
Como mujer activista, describe su experiencia.
“Me he topado con personas que me han puesto más barreras de las que ya hay. Me he topado con personas que se han sumado de manera gradente a todos los proyectos que he elaborado y las cuales he puesto en práctica.
Hasta ahorita, mi experiencia ha sido muy buena y gratificante, llena de conocimientos y experiencias nuevas.
En mi propia comunidad, me ha pasado hacer un trabajo amargo, con mi propia gente. Pero gracias a la CEMEX, también tuve la oportunidad de poder quitar ese sabor amargo de la boca, trabajando con una comunidad que realmente está interesada por el bienestar de su comunidad y de su pueblo y de su gente. Me encantó estar en la comunidad de Villahermosa. Trabajé con jóvenes, con señoras, con señores. Fue una experiencia maravillosa. Siendo lideresa/activista y trabajadora siendo mujer ha sido increíble.
En la comunidad de Villahermosa, me dijeron que esperaban una persona ya mayor, y le sorprendieron al verme y saber la edad que tengo. Entonces, le dije, es que para cumplir tus sueños y tus metas, es lo realmente lo que te gusta hacer, no necesitas tener 30, 40 años– puedes tener la edad que seas, y poder ser lo que quieras ser en tanto tú lo que propongas. Los chicos me dijeron, wow, quiero ser cómo tú, y yo en este momento les dije, “ustedes pueden ser lo que quieran ser. Siempre persigan sus sueños y metas. Y eso es increíble que te pongan como un ejemplo a seguir. Es una sensación increíble.”
A la pregunta de si su trabajo ha tenido un impacto en otras mujeres de su vida, responde sin dudarlo,
“En mi comunidad soy la única estudiante de enfermería, o algo relacionado on la salud. Hay otros estudiantes que estudian administración empresas, contaduría pública etc. pero no hay estudiantes en el ámbito de salud o social. En mi comunidad no creo que ha habido ese impacto pero en Villahermosa sí. Hubo un fuerte impacto hacia las mujeres, porque había más mujeres que hombres en los talleres. Ser quien soy en estos momentos ha sido como un pilar para las mujeres indígenas. En mi región puedo decir con orgullo que soy la primera en hacer este tipo de cosas, pero solamente en mi región. Por que en Chiapas hay muchísimas mujeres activistas y realmente me fascina todo lo que hacen, hacen todo lo que el gobierno les da igual.”
Cuando le preguntamos qué significa ser mujer para ella, respondió
“Para mi, ser mujer ha sido y será siempre una de las mejores bendiciones que me puede haber pasado. Es maravilloso ser mujer para mi por el simple hecho de puedo romper las barreras que son impuestas en la sociedad. Puedo acabar con los estereotipos que le han puesto en las mujeres. Para mi, ser mujer es un orgullo gradentemente gigante por el simple hecho de ser Chiapaneca. Y no solamente eso. Sino ser mujer indígena para mi es un gran orgullo porque amo mis raíces, mi cultura, mi gente.”
El deseo de Micaela para las mujeres de su comunidad es “que las mujeres estudien, tengan una carrera, tengan al menos una profesión el cual ellas también puedan defender a más mujeres que necesite y que sea un ejemplo a seguir haciendo las cosas, que queriendo se puede y como el dicho: querer es poder. Entonces, a mi sí me gustaría que todas las mujeres en mi pueblo, y no solamente en mi pueblo sino toda la región chiapaneca pueda estudiar, pueda ser alguien en la vida y pueda defender sus derechos. Esa sería mi mayor sueño, que hubiera igualdad pero igualdad de verdad, igualdad entre hombres y mujeres. Eso sería lo que más deseo en todo el mundo”.
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